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Sé de sobra que no sirve de nada reprocharme ahora no haberte dado los besos que debí haberte dado. Y que se me quedó en suspenso la invitación a comer al restaurante-con-vistas en el que te gustaba presumir de haber ligado con un jovencito. (más ahora aún con tu descapotable!).
No vale de nada, y además a ambos nos gusta mirar sólo hacia adelante. Así que no me mortificaré más.
Pero me da rabia que la gente -tu gente- te busque allí donde no te encuentras.
Hoy hace un día precioso.
Un beso.
Feliz cumpleaños.
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1 comentario:
En la vida uno solo se debería arrepentir de lo que no ha hecho: de los besos que no se dieron, de aquellos te quieros que no se dijeron, de aquellos sentimientos que no se mostraron.
A mí, en algunos casos, esta idea me ha martirizado. Ahora le he dado la vuelta y me sirve para dejar sin hacer el mínimo de cosas posibles.
Y desde aquí, te acompaño en esta felicitación...
un beso
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