martes, 20 de mayo de 2008

Llegaron los Reyes (Magos, por supuesto)

Por fin está de nuevo conmigo.
Se tiró unos cuántos años en el jardín, olvidada y oxidándose.
Y yo, como soy de natural desagradecido pero tengo la costumbre de coger más cariño a las cosas que a las personas (a casi todas ellas), me decidí un buen día a recuperarla.

Hubo más cosas que me decidieron a hacerlo. Cosas como tratar de recobrar, gracias a ella, sensaciones, o más bien recuerdos que son irrecuperables por naturaleza.

Me hice con ella por primera vez a la edad en la que tener una moto (de segunda mano, naturalmente!) era suficiente para ser completamente feliz. Ahora, pensándolo bien, veo que a esa edad TODO es "completamente". La felicidad, o las preocupaciones.

Ahora TODO es más tibio, pero aunque sepa que una moto no es más que una moto, me hace ilusión tenerla de nuevo.



Tiene casi mi edad, pero suena a gloria! Huele a aceite viejo, y un poco a nostalgia, esa es la verdad. En el fondo, ambos olores son soportables....