martes, 11 de septiembre de 2007

El hijo del panadero

Hace poco publiqué una entrada animando a un amiguete que andaba algo jodido.
Se trataba del hijo de un panadero, alguien que se dedicó a vender enciclopedias o ser profesor hasta bien entrado en añitos, hasta que un día, una hermana suya de leche (de esas que había antes, que compartían matrona porque sus madres no podían darles teta) le convenció para que se dedicara a lo que estaba destinado a hacer.
Y a hacer como Dios, además.
Ella se llamaba Mirella Freni (bendita sea su estampa!!!!)

Bueno, pues ese amigo, hace poco, ha muerto al fin.

Como ese amigo era bastante famoso, los telediarios se han llenado de recuerdos, hasta llenar la programación con arias suyas para que acabáramos hartos como si de un James Blunt se tratara, además de repetir hasta la náusea "pérdida irreparable" del "tenor que popularizó la ópera" , "era querido por todos" y demás frases hechas.

Ahora, que ha cesado un poco el ruido, que los telediarios vuelven a sus cosas y a sus lugares comunes, ahora que vuelven a cerrar con el último lanzamiento de Paulina Rubio o de Bisbal, me da la gana a mí de subir este vídeo.

Es de 1979, en la Scala de Milán. Algo que nunca podré ver ni oir (y eso es lo que duele!)



No es "nessun dorma" ni nada épico, pero es una forma de dar las gracias a Mirella por no permitir que mi amigo terminara sus días en la panadería de su padre. Porque allí, hubiera sin duda sido feliz.
Pero nosotros, sin duda, hubieramos sido mucho más pobres.

Un abrazo, Luciano

1 comentario:

Masha dijo...

Ainssss.... cómo me gusta esta pieza, la he escuchado de un modo un tanto obsesivo en los últimos 3 o 4 meses, pero no me cansa nunca...