.
.
El zorro de Saint-Ex.
A veces, a horas intempestivas y en la peor de las condiciones, te da por pensar en acabar historias que no han terminado, cuentos con final que no termina de cuadrar. Pero sabes que todo lo que queda es un largo camino solo, con una maleta un poco más cargada de condicionales y de “what if...". que no conducen a nada porque nunca los podrás comprobar.
Pero todo forma parte de la historia. Las dudas, también, por supuesto. Y sabes de sobra que todo se resolverá evitando ciertas canciones, dos o tres sitios, y algún momento de debilidad, con ayuda o sin ella. A fin de cuenta, ya estás acostumbrado.
(Tiene su punto, eso de hablar de uno mismo en tercera persona, algo así como utilizar el plural mayestático que usan los gañanes/as que se han hecho famosos en crónicas marcianas)
Se va haciendo cada vez más cuesta arriba, pero todo tiene solución, aunque sea transitoria.
Incluso puede que algún día te decidas a dejar de ser tan críptico y a hablar claro. Por una vez, tampoco sería tan grave! En el fondo, estás deseando hacerlo, siquiera porque es agotador tratar de traducir los aullidos de soledad en algo ininteligible pero elegante.
Y es que nunca fueron grandes amigos el ser un cínico, y el zorro de Saint-Ex.
Venga, está bien……la última, por ellos dos!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Te he estado esperando
Siempre es agradable que alguien te espere en algún lugar. En el fondo, se trata de eso.
Aunque sería mucho más reconfortante saber de quién se trata.
Hace tiempo fue algo relacionado con un lobo, me parece recordar. Ahora, con un zorro. Pero más bien me recuerda esto al ratón y al gato....
no me entero de nada, jajajajaja...
Bueno, supongo que solo se debe de enterar quien se debe de enterar...
La canción y la versión genial!!!
;-)
Publicar un comentario